Imagina que vives en la ciudad palpitante durante la mayor parte de tu vida. Estás cansado del tráfico, el ruido y la contaminación; y sueñas con construirte una casa: tu oasis de paz y tranquilidad. Para ello buscas un lugar, un terreno ideal, alejado de otras casas y rodeado de lo que más deseas: la naturaleza.

Eso es precisamente lo que hizo el dueño de la casa que hoy os presentamos: buscar un refugio tranquilo para descansar de los inconvenientes de la vida urbana.

Con su nueva casa, el propietario buscaba una residencia que le permitiera apreciar la naturaleza. Deseaba tener una casa paradisíaca, en un valle muy alejado de la ciudad, donde él y su familia pudieran disfrutar de una vida tranquila y pausada.

El resultado fue esta magnifica vivienda unifamiliar de dos pisos, que no sólo hace uso de materiales naturales, sino que además permite que el entorno natural exterior continúe hacia el interior de la vivienda.

El principal ejemplo de ello está en el dormitorio principal del primer piso, en la que una gran roca se extiende hacia arriba desde el suelo para separar la zona de baño. Del mismo modo, algunas paredes están hechas de bloques de piedra natural en forma de ladrillos que se dejan vistos en todo el interior, continuando por dentro con la misma textura de las enormes rocas que envuelven el exterior de la propiedad.

Construida a los pies de una montaña y al lado de un bosque, la cabaña se esconde entre los valles y en su construcción se utilizan materiales autóctonos: piedras naturales y maderas en mayor medida.

El estilo de diseño del espacio interior es simple, elegante y natural. Muestra un gran respeto por la naturaleza y proporciona a sus habitantes una gran sensación de tranquilidad y de paz verdadera.

La vivienda, de 390 metros cuadrados, se encuentra en la provincia de Fujian, a las afueras de la ciudad de Xiamen. Tiene cutro habitaciones y un salón muy amplio con techos de doble altura y una pared de cristal con vistas al exterior.

La escalera de madera del salón conduce a la planta superior que se divide en dos zonas. En la más pequeña se encuentran los dormitorios de los niños, y en la más grande el dormitorio principal, un segundo dormitorio y una sala de estar.

El mobiliario está hecho principalmente de madera y se combina con tejidos en sofás y alfombras de tonos claros y naturales para evitar el exceso de decoración. De ese modo se refleja la esencia del espacio y de los materiales.

A través de la planificación funcional, el uso de líneas y estructuras simples, y de una cuidad selección de mobiliario se consigue un espacio sencillo pero cálido y acogedor para vivir y descansar.

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